Todavía te duele???

He tenido una de las mejores conversaciones. 

Es mas, me gustó tanto que volví a tenerla, y otra vez, varias veces más.

Esas brevísimas conversaciones cambiaron mi manera de pensar, por lo que cambió mi emocionalidad, eso me llevó a actuar diferente y finalmente a disfrutar de lo que tanto quería: sentirme bien.

¿Sabés con quien hablo? Conmigo.

Cada mañana cuando abro los ojos y agradezco, también hablo conmigo.

Cuando me miro en el espejo, realmente me miro, veo todo lo hermoso que tengo, me admiro, me felicito, me quiero. 

Durante el día agradezco la posibilidad de manejarme independientemente, camino, troto, subo escaleras.

Agradezco el comer todo lo que me gusta, tengo la salud para ello y los medios.

Cuando me siento cansada sé que es porque estuve muy activa, otro motivo para estar agradecida. ¿Cuantas personas de mi edad pueden estarlo?

Cuando estoy en el gimnasio y pienso que no voy a poder completar las repeticiones, me escucho diciéndome: Vamos campeona! Tenes la fuerza necesaria, ya lo hiciste antes y sabes que podés, ahora respirá y vamos hasta el final. Algunas veces hasta me aplaudo y digo en voz alta: lo conseguí.

Los chicos que están entrenando cerca mío se rien. 

Otras veces tambien los aplaudo a ellos cuando veo que están dando su último esfuerzo, les tiembla el brazo y parece que no van a llegar....y.....lo hacen. Los felicito, los aplaudo. Nos reimos juntos.

Festejamos el logro, no lo que costó  sino el lograrlo, la satisfacción de romper el imposible que está en nuestra mente.

 Es el record Guines de superar la mayor cantidad de imposibles de la historia, el que registramos mentalmente y todas las veces que decimos y hacemos el: YO PUEDO, yo quiero!!! Que record amigos, a diario ¿Cuantás veces decidimos que queremos y que podemos? ¿Si lo sumamos y obtenemos el total anual? ¿El total del decenio?

No siempre conversé conmigo, tuve años de silencio y antes del silencio peor aún, las voces qe esuché no eran las adecuadas. Cuando me dolía la falta de aprobación, de cariño, el rechazo hizo que mi autoestima estuviera mas baja. Fuí reactiva, insegura, no abrazaba las críticas, dependía de la valoración y aceptación externa.

Ahora estoy tranquila, me siento bien, hablo conmigo, me escucho, hablo con otros, los escucho y selecciono aquello que tiene valor para mí. Acepto el feedback, cuando es algo que puedo  mejorar lo agradezco, cuando es algo que puedo hacer diferente tambien lo agradezco, cuando me equivoco me disculpo, acepto el error y continúo avanzando.

Cuando me cruzo con alguna persona reactiva, sé que tiene algo para sanar, que necesita trabajar su autoestima como lo hice yo: Sé que está luchando con ser muy crítica conisgo misma y puede establecer estandares tan alto que le sean inalcanzables. También sé que cuando no logran cumplir esas expectativas su reacción emocional de decepción y de fracaso puede ser dolorosamente intensa. 

Cuando me cruzo con esas personas sé que reviviendo sus heridas y se sienten atacadas fácilmente, lo que les produce enojo, trizteza y ansiedad.

Después de trabajar profundamente en mí puedo decir que mis días son sin autoexigencia, con mas autocuidado y autovaloración. 

Soy un ser en permanente construcción, sepan disculpar las molestias mientras continúo construyéndome. 





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